miércoles, 31 de agosto de 2016

A.gosto




Aquí estoy, dejándome llevar por las últimas horas de Agosto
(y de nuevo, meticuloso día impar)
que suenan a tristes despedidas
de las excusas cobardes
que usan los amantes para sus veranos.

O quizás sea yo que
que quiera excusarte de todo delito
de tu imponente distancia,
de tus decretos dictados.
Y de toda esta larga ausencia que he contemplado con sudor frío desde la mirilla.

Ahora que estoy a un escalón de septiembre y de comprender que comienza de nuevo la rutina,
tengo que poner orden en mi estómago 
Y dejar que los gusanos no me atolondren los sentidos 
porque sinceramente,
yo también quiero ser mariposa en septiembre.

No me sugieras plantar susanas de ojos negros,
porque abuso de castigos todos los otoños con tu nombre en la regadera. 

Tampoco terciaré ni medio secreto a la luna
de mis deseos contigo
Ni peligraré de nuevo en tus sábanas adictivas en las que quedarme envuelta, y completamente desnuda 
por
tu culpa.

Te estaré echando de menos
otro septiembre más,
con las ganas de quererte menos 
y saborear la valentía 
de poder dejarte 
atrás.

C.T


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