Y tú, que eres un
mendigo. Que me echas de menos. Que nunca lo quisiste admitir. Que cambiaste la única moneda de oro que tenias por ese cartón de vino. Pensaste que te sería más útil. Que te saciaría más. Y ahora qué. Vas de esquina en esquina. De contenedor en contenedor. Buscando algunos restos de "algo" que crees que te da valor. Vives en tu mundo de mentiras. Crees que callejear es tu mejor opción y que todo en la vida se consigue así, sin sufrir, sin dolor.
Un abrazo es lo que te haría falta. Una familia con su calor. Alguien que te enseñe que engañar solo sirve para darte falsas esperanzas, para ilusinonarte en que eres mucho mejor. Necesitas a alguien que en vez de darte una moneda te de un vaso de vinagre. Que un día despiertes y te des cuenta que, como esas monedas que no quisiste guardar, no habrá nadie que te quiera
salvar.
C.T
