domingo, 4 de diciembre de 2016

Vértices

Se que dentro de todos tus demonios
hay algunos que siguen creándome tormentas
indefinidas, malumoradas y truculentas.

Pasa a sembrarme la paz, a olvidar odiarte
a lidiar con nuestros magnetismos
a dormirte en mis vértebras.

Diciembre tedioso y sangriento,
frío como tus manos las últimas veces
en tus prolongadas ausencias.
En tu belleza infinita, no estudiada,
drámatica.

De tus vértices a mi vértigo.
De los inviernos a tus labios.
De mi a ti.
Siempre, pero siempre a contra corriente.
Siempre, pero siempre con equilibrio.

C.T