No sé cómo lo hiciste pero lo lograste.
Me enseñaste que no solo las carreteras están en el suelo,
porque aprendí a andar de puntillas sobre tu espalda,
a mirar a los precipicios sin sabor a despedida.
A besar la curva más bonita de tu cara donde más tarde yo ardería.
No sé cómo lo hiciste, pero lo lograste.
Me enseñaste a amar desmesuradamente,
a cerrar los ojos y llegar a casa.
A amar sin condicionales.
Me enseñaste tantas cosas que al final saqué demasiada nota en este examen.
Pero no me advertiste
que todo tiene un precio.
Y un buen maestro lo cobra caro. Viniste para no quedarte.
Me volviste vulnerable para arrancarme los sentidos, taladraste todas mis fortalezas y todo ello para nada.
Para desaparecer cual globo de helio en un cielo encapotado.
No sé cómo lo hiciste, pero lo lograste.
Te doy la enhorabuena. Profesor. Ladrón. Y poco poeta.
C.T
No hay comentarios:
Publicar un comentario