Y no sabes que a la orilla de cada edificio
hay vértices que me recuerdan a tu ombligo.
Hay cascadas invertidas que hacen amago a tu temperamento.
Y que me muero de hambre
por recordar tus manías e imperfecciones.
Escribo en folios ficticios,
de personas ficticias, de quien sabe qué tortura
se me ha pasado por la cabeza.
Mientras hoy llueve en Madrid,
yo me quedo con las ganas de conocer
mis rincones clandestinos.
Porque por más que viaje a otras ciudades
solo las situaciones que sean planeta
me desvelan parte de mi tierra.
C.T
No hay comentarios:
Publicar un comentario