Me desaliñas. Me rompes, me controlas, me manejas.
Los días son buenos y malos según qué pie toque el suelo a primera hora de la mañana.
Nunca se me olvida tu deje bipolar que tienes hacia mi persona. Pero te encanta. Y no lo entiendo.
Mi corazón a veces bombea tanta sangre como oportunidades a tus fantasmas, que vienen, me indagan, pero ninguno de ellos son el que eras. Cada uno tiene un juego y cada cual más cruel.
Ni mis linfocitos ni mis pupilas quieren crear una muralla. Una barrera ante ellos. Les da igual. Contigo siempre hay bandera blanca.
Ni un gigante sentado en la playa podría no ser arrastrado por tu fuerza. Vienes y vas, vienes y vas, y te da igual si tiene espada o pistola. Vienes y vas, vienes y vas.
Podría llamarte el flautista de Hamelin. Solo basta un poco de tu miel en mis oídos para despertarme de nuevo.
Claudia T
Me gusta cuando dices "Contigo siempre hay bandera blanca".
ResponderEliminarafortunado aquel por quien eres capaz de escribir de un modo tan cariñoso y sincero
ResponderEliminareres la leche escribiendo! me gusta muucho mucho
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