Almas hechizadas por conflictos de poca monta
que ni tú, ni yo estamos preparados para entorpecer.
Terrazas que huelen a cafés y cañas,
a prisa y estrés.
Gente que no son gente.
Tú que hueles a mi
después de una noche larga de verano.
Estrellas distraídas mirándose por el camino infinito de luces perdidas
sin semáforos.
Nos dijimos adiós después de tantos años, y no nos dijimos nada más
que un par de vocales
sin
sonido.
Me tiraste un beso por la ventana de ese edificio manchado de mi colorete
que aún llevas en el pantalón.
Diría que tú fuiste el enigma de tanta sangre de tinta en mis vértebras
Y que he hecho un trabalenguas sin quererlo.
Puede que ni tú ni yo tengamos ni motivos ni razón.
Pero aquí estamos.
Tú
Y
Yo.
C.T
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