Hay quien entiende de senderos,
de casualidades, de destinos.
Tú nunca fuiste una casualidad. Ni una línea infinita sin indicarme el Norte, el Sur, el Este o el Oeste.
A veces, una línea es mucho más ligera y significante que un montón de palabras adornadas.
Es algo capaz de erizarte la piel
cada vez que lo encuentras.
Elipsis.
C.T