miércoles, 23 de mayo de 2018

¿Y ahora?





Acordé con mis mariposas
un desierto de sequía cognitiva
Inexorable sed de razón a 
cuerpos tardíos que vienen ambos
a tronarte la cabeza.

Con mil musarañas que andaban pardas
por las esquinas de mi casa

Allí tienes en la nevera un montón 
de dulces amargos,
que no esperan más que ser comidos por
personas hambrientamente enamoradas.

Dime dónde se quedó eso
y las ganas de seguir poniendo un pie sobre tu asfalto.
Que estamos petrificados en una espiral sin salida,
creada con tanta ansia que hasta ese hielo, no nos calcifica.

Dónde estarán las caricias en forma de lengua de gato
que erizan la sien a la vez que te trastornan un rato.

Allí donde las naves espaciales se quedan sin 
excusas,
nosotros éramos de encenderlas sin tener que echarle 
a nadie la culpa.

Acordamos tantos trabalenguas. Que trabados estamos.
Sin mirilla ni rejas.

C.T

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