sábado, 9 de enero de 2016

De.mente

Existe, la fina línea, entre el odio y el querer.
Pues tú rompes todos los ideales.
¡Pobre fina línea!
La aplastas. 
La agujereas. 
La haces pelota y te vas. 

Tienes todo lo que odio. 
Todo lo que evito. 
Y hasta mis demonios favoritos.

Me agarras de los pies 
con tal ronroneo,
que mi boca prende fuego,
y arde
en tus labios de
tequila y
limón. 

Dicen,
que las mejores peleas son las que evitas. 
Pues son las más fáciles de ganar. 
Y bien, porque amansas la cabeza
y te lanzas con el corazón. 

Dicen,
que hay piedras, que debes saltar.
Debes rodear. 
Debes lanzar.
Pero tú, maldita sea, 
me has roto hasta el dedo meñique. 

También hay,
sentimientos que no puedes controlar,
personas que debes evitar,
y despedidas a las que recurrir. 
Yo, ur.gen.te.men.te 
te
tengo
que;
decir adiós. 

Y esto me parece un cuento chino.
Y mira que a los chinos no se les puede mentir. 
Se las saben todas.
Y yo me he metido en la boca del lobo.
Cual caperucita desnuda y temblante
cuando te acercas y 
me atropellas. 

Adiós, pequeño o gran
cazador.
De clavículas, 
de lunares y 
perfumes. 

C.T



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