sábado, 1 de noviembre de 2014

Y ahora qué

Nunca antes supe lo que era odiarte bien.

Sabia caminar entre las calles del Norte sin rumbo y sin planos. Nunca me perdía, sabia orientarme literalmente a través del olfato, sabia que cada esquina era una colonia, puede que la tuya o puede que la mía, pero alguna de ellas coronaba la ciudad. 

Ahora, querida fantasía acabada, estas más perdida que mi recuerdo en tus pestañas. Ahora no sabes si vas y vienes, si vienes o te quedas.

Desde que te cambiaste de perfume es (d)olorosamente difícil vivir sin ti.


Claudia T

1 comentario:

  1. Y es que a veces el amor se resume en unos cuantos olores entrañables e inasibles.

    Besos.

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