martes, 31 de diciembre de 2013

365 días de... ¿De qué?

Envolvente.
Desde la cabeza a los pies. 
Dicen que el invierno es cosa de dos. Dicen que el último día del año es el más nostálgico porque te das cuenta que muchas personas ya no están a tu lado de la misma manera que estaban.

Entre que expiro e inspiro intento recordar tu aroma. Las nanas que me cantabas cuando tenia frío. Las sonrisas entre beso y beso o verso y verso que me dabas.
Nos pintábamos poesía en la espalda, en el dedo meñique y en nuestras remarcadas clavículas. 
Yo dejaba mis secretos entre los rincones de tu barba, mis deseos en las comisuras de tus labios y mis ganas te las inyectaba en la piel.

Nunca quise abandonarte, pero al igual que las estaciones, yo me voy, pero a los 365 días vuelvo. O mejor dicho. A los 365 segundos. Pasas como una ventisca de la que me quiero arropar por el terrible frio que me da la soledad sin tus besos. Pasas como el sudor de mi frente cuando hace tanto calor ( estás ahi, apareces, pero quiero que te vayas ). Y a veces, muchas, floreces mi vida, la felicidad es compartirla, y a mi las margaritas siempre me dieron alergia, pero las rosas me huelen a ti. No. Mejor dicho, las lilas. Que representan el amor. Te representan. Pero en Otoño eres tú el que no sabe que hacer, si quedarte cual hoja perenne o irte meses y meses como las caduca..

Y tú, que eres todo lo que me mata. Me haces sentir viva



Claudia T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario